you´ll never walk alone

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domingo, 28 de diciembre de 2008

martes, 23 de diciembre de 2008

REGLAS DE ETIQUETA FRENTE A UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD. PERSONAS EN SILLA DE RUEDAS O CON TRASTORNOS MOTORES.(Revisado)

Esto no lo he escrito yo, pero me parecio interesante y lo he puesto con algunos matices mio que me parecen importantes

Las personas en silla de ruedas tienen diferentes discapacidades y diversas capacidades. Algunas pueden utilizar los brazos y las manos. Algunas pueden levantarse de sus sillas de ruedas e incluso caminar distancias cortas.

Quienes utilizan sillas de ruedas son personas, no cosas. No se apoye en una persona en silla de ruedas para estrechar la mano de otra ni le pida que sostenga abrigos. Jamás apoye su bebida en el apoyabrazos de una silla de ruedas.

Bueno, siempre hay matices. Yo soy desde los que me gusta ayudar y en un momento dado entiendo que si no hay sitio donde poner el abrigo lo sostengo yo un rato y no pasa nada.

No empuje ni toque la silla de ruedas de una persona; es parte de su espacio personal. Si ayuda a alguien a subir o bajar el bordillo sin esperar que le indique cómo hacerlo, puede hacer caer a la persona de la silla. Si levanta una silla por los brazos o el apoya pies puede desprender alguna de sus piezas.

En este caso yo siempre prefiero que me pregunten antes de hacer nada, asi yo les podre dcir si necesito ayuda y como se ha de hacer

En su edificio, mantenga las rampas y las puertas con accesos para sillas de ruedas sin trabas ni obstáculos. Según la ley ADA, no se deben ubicar los exhibidores delante de las entradas, los cestos para basura no deben estar en medio de los pasillos y no se deben almacenar cajas en las rampas.


Tenga en cuenta hasta dónde pueden alcanzar las personas en silla de ruedas. Coloque tantos elementos como le sea posible al alcance de sus manos. Y asegúrese de que el trayecto de acceso a estantes y exhibidores esté libre de obstáculos. Cuando hable con una persona en silla de ruedas, busque una silla para usted y siéntese a su altura. Si eso no es posible, quédese de pie pero guarde una cierta distancia, de modo que la persona no tenga que forzar el cuello para mantener contacto visual con usted. Mantenga las sendas de desplazamiento despejadas.

Tampoco hay que irse muy lejos. Ni que mover cielo y tierra para buscar una silla.

Si el mostrador de su establecimiento es demasiado alto para que una persona en silla de ruedas vea por encima de su superficie, pase al lado de la persona para atenderla. Tenga a mano una tablilla con sujetapapeles si se espera que la persona complete un formulario o asiente su firma.


Si en su edificio hay diferentes vías de circulación, asegúrese de que haya señales para orientar a las personas en sillas de ruedas hacia las más accesibles. Las personas que caminan con ayuda de un bastón o de muletas también necesitan saber la forma más fácil de moverse dentro de un lugar, pero es posible que las escaleras les resulten más convenientes que una rampa. Asegúrese de que el personal de seguridad y de recepción sepa cuáles son las sendas más accesibles para circular dentro de un edificio y sus alrededores, y pueda brindar indicaciones precisas.


Si el baño público más cercano no tiene acceso o está ubicado en un piso sin acceso para una persona en silla de ruedas, permítale que utilice un baño privado o para los empleados si éste tiene un acceso apropiado.


Las personas que usan bastones o muletas necesitan los brazos para mantener el equilibrio, por lo tanto, jamás las agarre de los brazos. Las personas con trastornos de movilidad a veces se apoyan en una puerta mientras la abren. Empujar la puerta por detrás de ellos para abrirla o abrirla inesperadamente puede hacerlos caer. Incluso empujar una silla de ruedas o tirar de ella puede constituir un problema. Siempre pregunte antes de ayudar. No le pida a una persona en silla de ruedas que le sostenga algo. Respete su espacio personal.

Pero vamos que tampoco pasa nada, por que a nosotros tambien nos gusta ayudar.


Si le ofrece un asiento a una persona con un trastorno de movilidad, recuerde que a algunas personas les resulta más fácil sentarse en sillas con brazos o con asientos más altos.


Las caídas representan un grave problema para las personas con trastornos de movilidad. Si se ha lavado el piso, asegúrese de exhibir señales de advertencia apropiadas. Además coloque felpudos los días de lluvia o nieve posibles. (Cuide que no se plieguen y obstaculicen el paso de una persona en silla de ruedas).


Las personas que tienen trastornos de movilidad que pasan inadvertidas pueden tener necesidades en relación con su movilidad. Por ejemplo, una persona con un problema respiratorio o cardíaco puede tener dificultad para recorrer una gran distancia o para caminar con rapidez. Asegúrese de que su museo, hotel o tienda tenga muchos bancos para que las personas se sienten y descansen.


Algunas personas tienen limitaciones para utilizar las manos, las muñecas o los brazos. Esté dispuesto a ofrecerles su ayuda para alcanzar, tomar o levantar objetos, abrir puertas o exhibidores, operar máquinas expendedoras y otro tipo de equipos.

Bueno he añadido un par de anotaciones que os puedan ser de utilidad.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Sensaciones

Bueno, aquí estoy esta vez, pero ahora no voy a escribir un relato, y voy a no intentar usar la ficción para describir cosas que pasan por mi cabeza.
Hoy viniendo hacia la asociación se me ocurrió este titulo y un poco las ideas que quería plantear, pero como siempre cuando llega el momento de escribir todas esas imágenes desaparecen. Así que voy a ver como las vuelvo a poner en marcha.
Primero voy a hacer una pequeña introducción para aquel que no me conozca. No voy a entrar en detalles, salvo decir que por las circunstancias me quede en silla de ruedas, con perdida total de la sensibilidad desde la vértebra t11. De aquí me surge la idea del titulo de estos pensamientos. Algunos ya lo saben, pero para aquéllos que desconocen el mundo del lesionado medular añadir que no hay dos lesiones iguales, pues aunque sean a la misma altura no es lo mismo un corte transversal que oblicuo, y si es completa o incompleta.
Yo voy un poco a hablar de mi caso, mi lesión es completa, lo cual trae consigo pequeños detalles diferenciadores, de cintura para abajo, como yo suelo decir, se han ido de vacaciones. Pero esto no significa que no haya ninguna sensación. Hay matices, es como yo digo cuando hace frió, aunque yo no tenga frió, uno empieza a entender las reacciones de sus músculos, por ejemplo en este caso yo tengo una sensacion de engarrotamiento.
No podemos hablar de que se sienta un roce o una quemadura, pero si podemos hablar de ciertas sensaciones que hacen que nosotros entendamos como reacciona nuestro cuerpo. Yo puedo más o menos intuir que es lo que quiere mi cuerpo y tomar las medidas necesarias, esto no es una ciencia cierta y a veces puedo equivocarme, pero más o menos tengo un porcentaje alto de acierto.
Aquellos que tienen lesiones incompletas por ejemplo suelen tener dolores neuropaticos, yo la verdad es que en este sentido, aun teniendo menor sensibilidad por ser completa, me alegro de no sufrirlos pues he visto a amigos que no pueden dormir durante días por culpa de los dolores.
Los sueños también a veces pueden traer consigo sensaciones que creíamos ya olvidadas, pues nuestro cerebro guarda recuerdos insospechados que salen a la luz mientras dormimos. En ellos a veces podemos volver a andar y a sentir ciertas cosas.
Pero bueno, la verdad es que aunque esta no era mi idea inicial, más o menos me veo divagando en torno a esa palabra: sensaciones. Nuestro cuerpo sigue reaccionando ante ellas, y jugando un poco con nuestra mente y la vista. Incluso podemos engañarnos a nosotros mismos y creer que sentimos un beso o una acaricia. Pero no me toméis a mal, pensando que este engaño es una cosa negativa o una negación de la realidad, soy muy consciente de lo que hago y por que lo hago. Y disfruto de esas sensaciones ficticias, imaginarias o reales quizás.

NOTRE DAME 2

Segunda parte del texto de NotreDame, escrito a peticion de una amiga, tengo que añadir que me toco meterme en el espiritu de una mujer, y espero haberlo conseguido satisfactoriamente.

El llanto de la trompeta llena el ambiente, el humo del local, la tenue oscuridad que me rodea de las lámparas, la barra, el camarero.
Parece una noche tranquila, solo una mesa con una joven pareja distraída en sus coqueteos. Y la de los músicos. Va a ser una noche aburrida, otra más. No hay nadie que realmente me satisfaga, que me haga sentir plena, llena, satisfecha.
Continúa el trompetista, mismo llanto de cada noche.
Una pequeña ráfaga de aire fresco recorre mis piernas. Parece que la noche se pone interesante, un hombre solo. Envuelto en una pesada gabardina y con su cigarro en los labios. Je, parece sacado de una novela negra.
Se dirige a la barra, whisky. Definitivamente parece el típico policía sacado de una novela.
Me encanta observar sus movimientos, y decidir si será mi próxima victima, o no.
Se ha sentado en una mesa en penumbras no quiere ser observado.
Cambio de turno, ahora le toca al pianista. Definitivamente es policía, ni si quiera a tocado su copa y sin embargo se dedica a observar todo lo que le rodea. Primero la parejita, después la mesa de los pianistas. Parece que este Martini a perdido toda su excitación, se que me mira. Déjalo mientras yo simulo jugueteando con el vaso. Ahora es el momento, los tiempos son importantes.
Se que me está observando, lo veo en sus ojos. Ya está decidido, mientras humedezco ligeramente mis labios. Noto en su mirada el miedo, lo sabes. Eres el próximo.
Vas a caer en mis redes poco a poco. Creo que voy a cantar para ti, me encanta hacerlos sufrir, ver hasta donde pueden llegar.
No hay nada mas sexy que una bella mujer como yo, vestida con este brillante vestido rojo dejando al aire su espalda y parte de sus piernas. Me muevo, lo observo, noto su miedo y su excitación, mis manos recorren mi cuerpo, me pregunto como recorrerán sus manos mi piel, ummm. Definitivamente eres mío.
Este es el mejor momento, cuando te acercas sinuosamente hacia ellos, moviendo tu cuerpo, marcando cada paso y notas como su excitación y pulso se acelera. Pero hay algo mas en el. Lo sabe, también puedo reconocer el miedo en sus ojos y aun así no huye, o me ataca. Esto se pone interesante.
Noto el olor de su cuerpo, una mezcla de tabaco y madera. Huele mi perfume mientras te susurro al oído, Ven.
Esta parte es la mas extraña, aquí se sabe si el trabajo ha sido bien echo, normalmente todos siguen, pero el. Quizás aproveche para huir. Mi abrigo, la puerta, la calle. El resonar de mis pasos en el asfalto y.......
...Si, me sigue. Ya estoy en la puerta de mi hogar, le miro. Una sonrisa, Eres mío.
Ya estoy en casa, donde me esperan mis dos amigas, siempre vestidas igual, con sus telas de gasas, vaporosas, dejando ver sus prefectas y tersas siluetas. Vienen a mí, siento sus cuerpos abrazándome, sus tersos pechos rozando mi cuerpo. Sus suaves labios rozando mi cuello Tranquila chicas tenemos visita, será mejor que nos preparemos. Esperemos a nuestro huésped en el salón. Sentaos junto a mí.
Ya esta aquí, puedo oír el crujir de la madera bajo su peso. Si puedo oler su miedo y su excitación, ya pronto cruzara la puerta de la habitación. Ahí esta, vino a pesar de que sabe quien soy, pero no lo que soy. Chicas, encargaos de el. Me encanta mirar como mis amigas le empiezan a quitar la ropa, y empiezan a disfrutar de su cuerpo, puedo oler, sentir la excitación de ellas y de el. Sera mejor que lo traiga aquí, o la diversión durara muy poco.
Así sentado enfrente de mí, puedo ver la lujuria en sus ojos. Me quito el vestido, me encanta notar el calor de sus cuerpos, el sabor a excitación. Pero el intuye algo, y por ello también puedo sentir su miedo, me gusta. Me encanta recorrer mis labios por su cuerpo, sentarme encima de el y notar su excitación bajo mi. Lamer su cuello, sentir sus labios rozando ligeramente mis pechos.
Retiro el resto de la ropa que le queda, morder ligeramente su pecho. Saborear su sangre. Su cuerpo, observar como su excitación crece hasta ya casi reventar. Um me encanta ese sabor. Cojo su pena, lo acaricio me encanta el calor que irradia, lo introduzco suavemente entre mis labios, notando como mis afilados dientas desgarran suavemente su piel, y su sangre empieza a mezclarse con mi saliva, noto su miedo su deseo, su pasión. Me encanta sentir su calor en los profundo de mi garganta, como su sangre entra en mi. Me encanta ver la expresión de sus rostros cuando me limito a lamer su sangre, mientras sujeto su excitación en mi mano. Pero hay algo distinto en el, sabe lo que viene.
Mi deseo aumenta, me encanta toda esta mezcla de sabores, es como mi droga. Quiero más. Quiero que sepas lo que sabes, lo beso, noto ahora el sabor de su saliva, mezclada con su sangre y parte de su ser. Lo comparto con el, este sentimiento de deseo nunca fue tan fuerte. Quiero hacerte mio, que dependas de mi.
Quiero sentirte dentro de mí. Quiero sentir como estalla tu pasión. Introduzco su excitación dentro de mí, lentamente, mientras te beso, cada vez más y más rápido. Notando como mi cuerpo se abre ante tu calor, ante ti, llenándome entera. Como tus brazos agarran mi cuerpo aumentando mis movimientos introduciéndote cada vez mas fuerte y mas dentro de mi. Escucho tus gemidos, tu excitación como crece junto con la mía.
Prepárate ha llegado tu momento, Todo es muy rápido. Noto como su sangre tras un gran grito de placer y clavar mis dientes en su cuello, empieza a llenar mi cuerpo, como su vida se escurre entre mis labios, mientras dentro de mi noto como su excitación me llena de calor con golpes secos y fuertes.
Placer, excitación, deseo. Hacia tiempo que no llegaba a esos niveles. Quizás no deba acabar con el. Despues de esta noche ya es mío, y siempre es bonito tener un esclavo sexual.

martes, 16 de diciembre de 2008

Campeonato de España, Pinto 2008







Este es un video del campeonato de esgrima en pinto

martes, 11 de noviembre de 2008

SENTIMIENTOS

Pasos en la oscuridad, la noche. Flashes. Dolor. Perdida.
Extraños sentimientos rondan mi mente. Batas, llanto, maquinas.
No siento nada, casi no pudo moverme. Hay dolor, pero es extraño. Sentir y no sentir. Parece que el tiempo se para, pero en su contra pasa rápido, avanzas lento pero seguro, constante.
Otros flash, una nueva habitación, hay mas luz, parece que hay cierto movimiento, avanzas un poco mas rápido, aprendes cosas nuevas, un mundo nuevo, una vida nueva. Creo que alguien me da una segunda oportunidad, pero hay pocos recuerdos de esa noche, solo vacio, quince metros de vacio y después solo oscuridad. Ahora hay gente a mí alrededor, mas batas, pero si esta vez hay más luz, puedo salir, ver el exterior. La ciudad ha cambiado. Yo también.
Los llantos han acabado, veo caras de preocupación, parece que tienen miedo a decirme algo. Lo que no saben es que yo ya lo se, soy consciente, puedo sentirlo aunque parte de mi haya dejado de sentir. Algo se ha roto dentro de mí, pero ya no hay dolor.
Estoy aprendiendo a moverme, a descubrir mi cuerpo, a comprenderlo.
El tiempo se acelera, las imagines son cada vez mas rápidas y difusas, pero y vuelvo a sonreír, los que me rodean vuelven a sonreír. Cada vez hay más claridad.
Otro flash, vuelve la oscuridad, pero ahora es distinta, estoy bien, y relajado.
No creo reconocer este sitio, casi no recuerdo que ha pasado hasta el día de hoy, hasta el momento de hoy.
Las cortinas dejan pasar algo de luz, me pregunto que encontrare tras ellas.
No se donde estoy, pero tengo la sensación de que algo me falta. Voy a retirar las cortinas a ver que hay detrás. Ya se lo que me falta, estoy atado a la cama. No puedo moverme.
Intento escuchar por si hay alguien conmigo, la cama esta vacía, la habitación esta vacía.
Intento recordar que sucedió.
Recuerdo la noche, recuerdo a los amigos, recuerdo hablar con alguien, y recuerdo su frase: "Me das lastima"
Mi enfado, lastima por que, yo soy feliz, disfruto de la vida, puedo hacerte disfrutar de la vida.
Acaso tú puedes decir lo mismo.
Su actitud cambio, sus facciones también.
Crees que puedes enseñarme. Por supuesto le dije. Y me llevo con ella.
Más flashes, las imágenes empiezan a sucederse y a tomar forma en mi mente.
Un piso, fue fácil subir. Una casa fue fácil entrar, una cama, fue fácil meterme. Pero tengo la sensación de que a pasar de mí tranquilidad no va a ser fácil salir.
Se agacha, se acerca a mí. Sus ojos están a la altura de mis ojos, sus labios cerca de los míos. Puedo sentir como su corazón palpita, ella no sabe, tiene miedo, no cree que sepa lo que yo le puedo dar.
Me acerco ligeramente, pero ella me empuja hacia atrás. He chocado contra la pared, menos mal no he caído.
Se pone enfrente de mí y sensualmente va desabrochándose los botones de la camisa.
Es una mejor preciosa, ya puedo empezar a ver el dibujo de sus senos.
Crees que puedes estar a mi altura. Me reta
Ahora lo comprobara.
No se ha quitado la camisa, solo la ha desabrochado, se acerca. Ahora ya puedo sentir el roce de su cuerpo contra mi cara, puedo sentir su calor. La cojo de la cintura.
A siento en mi regazo, y suavemente comienzo a besarle, a acariciar su espalda, a través de su camisa. Me sobra será mejor que se la quite.
¿El sujetador? También fuera.
Siento como su respiración se acelera, veo sus labios. Suaves, rojos, carnosos. Ya son míos.
Un ligero mordisco, un ligero roce, un suave.....je no pude seguir, ahora siento su lengua, su calor.
Me empieza a subirse la camiseta, mejor será que me la quite.
1, 2, 3,4 La misma pregunta de siempre. Bueno mejor dicho las mismas preguntas de siempre, siento su mano recorriendo mi espalda, en mi columna subiendo poco a poco, comprobando la forma, el detalle del corte.
¿Cuantos puntos te hicieron? 47 grapas. Puedo Verla. Si claro.
La otra pregunta.
¿Que es?, Un unicornio, al lado pone unicorn.
Lo hice ya hace mucho tiempo, después de escuchar una canción, que hablaba de la perdida, de la búsqueda, de la añoranza por el amor perdido.
Sera mejor que retome el asunto otra vez, o el ambiente se va a enfriar.
La cama, es sencillo pasarse.
¿Alguna vez te han atado?
Vaya la pregunta que me hace, la verdad es que si, pero ya hace mucho tiempo.
La miro, ha cogido sus medias. Me mira con sonrisa picarona. Miro a mi vera. ¿Crees que puedo escapar de aquí?
Ya se por que no puedo escapar de la cama, espero que alguien venga pronto.
Se acerca sobre mi, siento su cuerpo sobre el mío, ya no me queda mas ropa que quitar, a ella tampoco. Me besa, siento sus labios recorriendo mi cuerpo, suaves cálidos.
La observo. Ya no siento nada, solo recuerdos de un pasado ya lejano, recuerdos placenteros, me dejo llevar por ellos, y mi corazón se acelera.
Miro como me acaricia, miro como besa mi cuerpo, como acaricia mis piernas.
Recuerdos bonitos, pero dolorosos por la perdida, será mejor que actué. La cojo suavemente, pero con fuerza. La echo a mi lado. Ahora me toca a mi, besar, morder, acariciar.
Ahora recuerdo esas horas aprendiendo a moverme, a deslizarme, a cambiar de sitio en una cama. Ya es muy fácil.
Besos sus piernas, acaricio su piel, subo hasta su estomago, sigo mi camino hacia sus labios, hacia su lengua, hay tiempo, no hay prisa.
Sus senos, sus labios, su cuerpo, su ser es ahora mío. Siento como se acelera su respiración, como sube su ritmo. Esta cerca, lo presiento. Me echo al lado suya, y la abrazo. Mi cuerpo se funde con el suyo, somos solo uno.
Me muevo, la muevo con mis brazos, siento como poco a poco todo vuelve a acelerarse, cada vez, mas y mas rápido.
Entonces una explosión. Je. Veo la satisfacción en su rostro, una ligera sonrisa. Cuando me vine a dar cuenta ella estaba encima mía, otra vez.
Sentía el peso de su cuerpo sobre mis caderas, veía como su cuerpo se movía sobre mi. Mas recuerdos, mas memorias del pasado. Puedo cerrar los ojos y sentir. Pero prefiero mirar, poco a poco vuelve a acelerar. Otra vez, otra explosión.
Su respiración recupera poco a poco la normalidad, esta a mi lado.
Relajada.
Otro flash, muchas imágenes se suceden en mi mente, ha sido una noche larga.
De repente, suenan unas llaves, oigo pasos. Alguien entra en la habitación, y yo allí en la cama desnudo. Una sombra se acerca a las cortinas. De repente luz, mi vista tarda unos segundos en recuperar la vista.
Ella, la de anoche esta delante de mí detrás de ella veo lo que necesito para huir. Una voz.
Veo que no has conseguido Escapar.
Una pregunta, ¿quiero realmente huir de aquí?




P.D: Basado en experiencias y sentimientos reales

NOTREDAME

La soledad de la calle, la soledad de la noche, te hace escuchar un sin fin de ruidos. Poco puedo vislumbrar desde aquí salvo las luces de las farolas y la luz de neón del club. Se abre la puerta. El sonido del jazz inunda el silencio, una pareja sale sin mirar y se alejan.
Puedo escuchar como se quema el tabaco de mi cigarro, a pesar de la gabardina y el sombrero, siento el frio en mis venas. Los indicios indican este lugar, ya pocas opciones me quedan, pues testigos desaparecen, pistas se borran. Ya solo me queda entrar y descubrir que pasa por mi mismo. Pero algo me retiene a la puerta, otro cigarro.
Como llegue a la puerta, buena, ya esta todo ahora solo queda imbuirme en el humo que sale de la puerta en los sonidos lastimeros de una trompeta y el jazz.
Estoy dentro.
Hay varias mesas ocupadas, y en el escenario un hombre sufre su lucha con su música, llora aquellos tiempos pasados, el jazz tan triste y seductor.
El camarero, de unos cuarenta, calvo y muy delgado me observa. Me acerco. Un whisky.
No me gusta pero no quiero desentonar, quiero entrar en el ambiente, formar parte de el. Allí hay una mesa oculta pero cerca del escenario. Me quito la gabardina, hay bastante calor en el ambiente. Otro cigarro, estoy nervioso, siento como mi corazón se acelera, ahora viene lo más difícil: observar.
La noche pasa, ya no esta el trompetista. Ahora suenan los acordes de un piano, mezcla de un mas tristeza, y cierta alegría. El jazz es impredecible. Parece que el humo se ha aclarado un poco, ya puedo vislumbrar mejor lo que me rodea, las paredes llenas de recuerdos de músicos ya pasados, llenas de recuerdos de personas que algún día pasaron por aquí.
Hay tres mesas mas ocupadas, la primera una joven pareja, que se susurran al oído, parecen felices. Ya hace tiempo que no recuerdo ese sentimiento. Veo que el ligeramente le acaricia la pierna, jeje, no traen carabina. No me parecen importantes.
Otra mesa, dos hombres, son los músicos que se van turnando para tomar descanso.
Sigo mi escrutinio, todo parece en tonos oscuros, grises y marrones. Los músicos, la pareja, ella tiene el pelo negro y el parece un castaño oscuro, la camisa blanca del camarero, mesas de una madera oscura, paredes y marcos en tonos marrón, fotos en blanco y negro, el dorado algún viejo instrumento, hasta el gris de mi traje no desentona, entonces.
Mi vista se centro en la ultima mesa, como no me había dado cuenta antes al entrar, por que no me había llamado la atención, solo su presencia denotaba lo que mis sentidos me alertaban, peligro. Allí esta ella, un pelo largo de un rojo intenso cubre ligeramente su rostro, un largo vestido de noche, también rojo, se ceñía a su cuerpo. Con sus piernas ligeramente a la vista se podía vislumbrar un brillo en su piel, cruzadas, sentada, jugando con su copa, la vista concentrada en la música, no veo sus ojos, los tiene ligeramente entornados.
En ese momento me di cuenta de que estaba perdido, no había salida para mi, no habría futuro. Por culpa de ella, por culpa de algo que se rompió en ese momento.
Me está mirando, cuando ha dejado de jugar con su copa. Ya puedo ver sus ojos, me atraviesan, negros como el azabache, labios, rojos como no, dejan escapar ligeramente un pequeña sonrisa, y veo como los humedece lentamente. Pero lo peor no es eso, lo peor es el cariz de su mirada, satisfacción, deseo, lujuria. Se ha levantado, me da la espalda. El vestido la deja al aire libre. Tiene un tatuaje, un pequeño dragón.
Mis sentidos me alertan, parece que estoy cerca pero no puedo reaccionar. Se mueve suavemente hacia el escenario recreándose en cada paso, pero parece que yo solo la veo, nadie parece haberse dado cuenta de su presencia. El pianista simplemente cambia el tono de su música, y ella acercándose al micrófono, comienza a cantar como un susurro, contoneando su cuerpo de forma sensual, recorriendo sus manos por su cuerpo. No entiendo lo que dice, no importa, noto como el deseo empieza a embargarme, no me puedo dejar llevar por los sentimientos. El tiempo parece pararse, la habitación se ha quedado sola, solo sombras me rodean, todo se ha vuelto oscuro y solo una luz me alumbra, el reflejo de los focos en su vestido, moviéndose sensualmente al ritmo suave de la música, ya no soy capaz de distinguir entre blues y jazz, da igual.
La música para, el tiempo sigue sin avanzar, vuelve a mirarme, esta vez fijamente, su mirada me atraviesa como puñales, soy un mero juguete, y voy a ser suyo, no me queda escapatoria. Se acerca, viene hacia mi, debería huir, marchar puedo el sentir el peligro, pero el deseo es mas fuerte. Esta muy cerca, noto el olor del perfume que me embriaga, definitivamente peligro, y un deseo aun mayor, no puedo ya casi controlar mis palpitaciones.
Ven.
Coge su abrigo y marcha hacia la puerta, la gente sigue sin inmutarse, solo parece que el camarero la observa de reojo, lo se, soy su próxima victima, pero el deseo y la necesidad de saber pueden conmigo. Tengo que descubrir, tengo que llegar al fondo y sobre todo quiero volver a sentir ese perfume. Voy con ella, ya ha cruzado la puerta para cuando termino de pagar y coger mi abrigo: Veo un destello de pena en los ojos del camarero, no me esta ayudando demasiado, el sabe, y aun así me deja marchar.
Al subir las escaleras que dan a la calle la oscuridad de la calle vuelve a rodearme, no la veo, pero puedo escuchar el ligero sonido de sus pasos avanzando, adentrándose en la oscuridad. Tengo que seguirla, será mejor que acelere. Ya la veo brillando a la luz de las pocas farolas que aun alumbran la calle, las casas de época victoriana, cerradas, parecen fantasmas a mi alrededor.
La veo girar en una, y subir las escaleras de entrada, me vuelve a mirar, me parece ver una ligera sonrisa. Ya estoy en la casa, parece que unas tenues luces salen de su interior, la puerta esta abierta. Bueno, entrare, ya he llegado demasiado lejos, ya no puedo echarme atrás, aunque quisiese no podría. Las paredes están llenas de velas que alumbran un largo pasillo, al final hay una escalera que sube al siguiente piso. Hay dos puertas cerca de mi, una a cada lado, los muebles demuestran el lujo y el poder de una época ya pasada. Cuadros de personas recuerdan la historia de este lugar.
Una puerta abierta, este será el camino, me da a paso a otra habitación con mas velas, creo que aquí nunca se plantearon el uso de la electricidad, mismo estilo pocos muebles, salvo una especie de canapé, y allí estaba ella sentada pero no estaba sola, había otras dos mujeres con ella, con solo unas ligeras gasas cubriendo sus tersas pieles, podía ver a través de ella sus figuras, sus senos sus curvas. Y Todas ellas me miraban. Lujuria, deseo.
Soy hombre muerto lo se.
Se acercan las otras dos, lentamente. Noto como me quitan mi abrigo, mi chaqueta, mi corbata, noto como sus manos rozan mi cuerpo, frías, suaves. Como un ligero susurro corre por mi piel, noto como la excitación va en aumento, tengo miedo, se que echo mal en venir, pero ya no hay escapatoria. Ya no tengo camisa, sus labios recorren mi pecho y espalda, suaves húmedos. Noto como pequeños como mordiscos, suaves tiernos. Ella también se ha levantado. Me mira se sonríe. Mi excitación va en aumento. Me llevan al canapé, estoy sentado, aun me quedan los pantalones, ella esta delante de mi, no hay palabras, yo no podría ni si quiera articularlas. Me susurra algo al oído, y noto sus labios rozando ligeramente mi cuello.
Su vestido cae delante de mi, ahora puedo ver todo su esplendor, la perfección de su figura, lo terso de sus senos, sus pezones. Se acerca a mi, esta encima de bien, siento la suavidad de su piel, fría como el hielo.
Mis pantalones ya no están, las otras dos mujeres han desaparecido. Ella me besa, recorriendo cada milímetro de mi cuerpo, recreándose, disfrutando. No hay salida para mi esta noche, Solo un ligero dolor, no quiero ni mirar. Pero la curiosidad me puede, tengo marcas de mordisco por todo mi pecho, pequeñas líneas de sangre me recorren y ella las saborea, mirándome con esos ojos, deseo, lujuria. Aunque quisiese no puedo gritar, el deseo me embarga, la pasión, y empiezo a acariciar su sedoso pelo, veo como el brillo rojo se funde con el color de mi piel. Ella esta mas abajo, ya va por mi estomago.
Sus manos acarician mi pene, noto como la excitación ante el suave y frio roce de sus manos va creciendo. Sus labios se acercan, ya no veo. Una cortina de sedosos pelos rojos tapan mi visión, no puedo vislumbrar lo que pasa tras de ella solo puedo sentir. Concentrarme en ver lo que esta pasando con mi mente. Noto la humedad de sus labios, la humedad de su lengua, el ligero roce de sus dientes. Se recrea, noto como me introduce entre sus labios, la profundidad de su garganta. Otra vez dolor, noto como algo cálido cae lentamente por mi piel.
Se aparta sus cabellos, puedo ver sus ojos, sus labios sobre mí, el color de mi sangre manchando su rostro. Su lengua rozándome suavemente. Sus manos acarician ahora mi pecho, su mirada vuelve a centrarse en mí. Se acerca, noto como su el peso de su cuerpo sobre el mío, el roce de su piel, noto su respiración. Sus ojos, otra vez lujuria y deseo.
Me besa, noto sus labios, carnosos, su lengua húmeda, su sabor que se mezcla con el mío y con el de mi sangre. Cada vez me queda menos control sobre mis movimientos, ya solo puedo dejarme llevar. Estoy seguro, he encontrado a quien buscaba pero a muy alto precio.
La intensidad de su beso aumenta, su lengua esta dentro de mí. Y no solo eso. Noto como su cuerpo se desliza hacia abajo, lentamente. Noto como voy abriéndome camino, cálido húmedo, no se si es por ella o por la sangra que cada vez mas estoy perdiendo. La intensidad de sus movimientos va en aumento, sus manos cogen mi cara, noto el vibrar de su cuerpo encima del mío, sus ligeros gemidos junto a mi oído. Aumentan, cada vez mas rápido, cada vez mas fuertes. Cualquier indicio de autocontrol que me quedase se ha perdido, la aferro por la cintura, fuerte, mis dedos se clavan en su piel. Yo también participo en el momento, cada vez más y más.
Se acerca el momento, el desenlace, el final de lo que serán mis días. Todo se acelera, me siento cada vez más débil y mareado, pero no puedo parar. Se echa para atrás permitiéndome ver sus pechos moviéndose rápidamente, tersos, suaves. Ya no puedo mas, voy a perder el conocimiento, los gemidos se han convertido en gritos de placer. Todo da vueltas. Exploto, explota, dolor en el cuello. Mi vida se va, todo se apaga.
Placer, acaso no hay una muerte más dulce……..

miércoles, 22 de octubre de 2008

de juerga con los cojos







una fiesta para recaudar fondo de la asociacion